Patrimonio histórico, arquitectura única, un edificio que ha sido declarado de interés turístico y mil cosas más. El edificio de Correos de Costa Rica es una joya en medio de nuestro querido Chepe Centro, y esperaremos que siga ahí por muchos años.
Pero por bonito que es, parece que nuestro amigo Johnny Araya le tiene el ojo puesto, y quiere convertirlo en alcaldía, y mandar a Correos de Costa Rica a la avenida 10.
Soy usuario del sistema de correos desde hace más de 10 años. Poseo un apartado postal que reviso al menos una vez por semana, donde me llegan desde los recibos y estados de cuenta, hasta ocasionales cartas y postales de amigos y familiares en el extranjero (no todo es por e-mail) y ocasionalmente uno que otro paquete.
Lo cómodo del edificio, el ritual de ingresar y ver entre las miles de pequeñas cajitas, buscando la que corresponde a este servidor, sacar la llavecita y abrir esa ventanita al mundo (o a los recibos) tiene su toque de magia, y ya que me queda bastante cómoda su ubicación en pleno centro de la ciudad, puedo gastarme anualmente esos poco más de cinco mil colones que cuesta el arrendamiento.
Pero ahora quieren agarrar mi ventanita y llevarsela al otro lado de la ciudad, adonde yo nunca voy, por donde nunca paso y donde me queda totalmente atravesado, ya que tendría que tomar un bus para llegar allá. Ya no podría visitar el Café del Correo mientras leo una postal o una carta de algun amigo que vive lejos y no podría sentarme tranquilamente en sus pasillos mientras reviso mi correspondencia.
Sería una pena que se lleven este tradicional servicio a un sitio tan incómodo para tantos usuarios (nacionales y extranjeros). Esperamos que la lucha por evitar que esto suceda triunfe, pero de no ser así, ya no tendré oportunidad de visitar mi casillero 12152-1000, San José, y no tendré más opción que retirar el servicio y conformarme con el impersonal e-mail...