Siguiendo la línea de mi publicación anterior, vamos a conversar del fabuloso servicio que provee el transporte público interurbano de nuestra ciudad capital, particularmente los buses de Sabana Cementerio, Cementerio Sabana y Estadio Sabana.
Quien nunca se ha montado en estas bellas latas, no puede decir que ha experimentado Chepe Centro a plenitud. Los brincos, frenazos, choferes insultando a otros conductores, o bien a los pasajeros. Picando en pleno Paseo Colón, o estresandose porque la pobre doñita de 72 años, tras de que le paga con tiquete de adulto mayor (como si eso fuera una clase de estafa o le estuviera pagando con un billete falso) camina lento, y le va a marcar doble en la nueva "barra contadora electrónica".
Y es que en primer lugar, quiero cuestionar, por qué putas llaman a los buses transporte público, si en realidad no es un servicio público. Que yo sepa, servicios públicos son los que brindan las así llamadas "instituciones públicas" (aunque eso también es cuestionable). Los buses son un servicio más que privado, y como negocio privado, a los únicos a los que les interesa beneficiar es a los dueños o accionistas de las empresas que tienen dichas concesiones. Concesiones que, dicho sea de paso, son como un contrato matrimonial... para toda la vida.
Desde que era un carajillo y la lata de Sabana cobraba 5 cañas soy usuario de Transcesa (Transportes Cementerio Sabana S.A.) y el servicio no ha cambiado mucho. Ya son más de 15 años utilizando dichas latas casi a diario, pues he tenido la suerte de que mis centros de estudio y de trabajo han quedado casi siempre en los alrededores de La Sabana. ¡15 años!
Desde choferes desconsiderados, unidades sucias, horarios irregulares, hasta buses saturados tipo lata de sardinas, carterazos dentro de las unidades y choferes que no paran "porque ya van a guardar".
La crisis de los hidrocarburos trajo una nueva estrategia: Anteriormente se enviaba una unidad cada 10 minutos. Esto eran 6 viajes por hora. Ante el incremento de los costos del diesel, los amables empresarios decidieron ahorrarse al menos 3 viajes por hora, por lo que ahora las unidades pasan cada 20 o 30 minutos. Imagínese usted esperando 20 minutos en hora pico a la mitad de una fila que ya mide 30 metros, y llega un bus que ya va lleno. El chofer se las ingenia para meter unas 10 personas más, las otras 50 en la fila, esperaremos otra media hora.
Pero no se preocupe. Si bien a veces los trámites en este país tienden a ser lentos y la gente perezosa, y tiene una queja contra el servicio de estas unidades, puede llamar al teléfono 222-9084, o mejor aún, remitir su queja por escrito a la señora Sineida Muñoz o bian al señor Hugo Fernández, gerente de la empresa, al correo electrónico transcesa@ice.co.cr o bien al fax 258-1506. Su queja debe llevar su nombre completo, firma y número de cédula, para que se le de el seguimiento, y para que si no es atendida, usted la pueda presentar a la ARESEP. Luego no digan que no sabían dónde o cómo quejarse.
Y es que en primer lugar, quiero cuestionar, por qué putas llaman a los buses transporte público, si en realidad no es un servicio público. Que yo sepa, servicios públicos son los que brindan las así llamadas "instituciones públicas" (aunque eso también es cuestionable). Los buses son un servicio más que privado, y como negocio privado, a los únicos a los que les interesa beneficiar es a los dueños o accionistas de las empresas que tienen dichas concesiones. Concesiones que, dicho sea de paso, son como un contrato matrimonial... para toda la vida.
Desde que era un carajillo y la lata de Sabana cobraba 5 cañas soy usuario de Transcesa (Transportes Cementerio Sabana S.A.) y el servicio no ha cambiado mucho. Ya son más de 15 años utilizando dichas latas casi a diario, pues he tenido la suerte de que mis centros de estudio y de trabajo han quedado casi siempre en los alrededores de La Sabana. ¡15 años!
Desde choferes desconsiderados, unidades sucias, horarios irregulares, hasta buses saturados tipo lata de sardinas, carterazos dentro de las unidades y choferes que no paran "porque ya van a guardar".
La crisis de los hidrocarburos trajo una nueva estrategia: Anteriormente se enviaba una unidad cada 10 minutos. Esto eran 6 viajes por hora. Ante el incremento de los costos del diesel, los amables empresarios decidieron ahorrarse al menos 3 viajes por hora, por lo que ahora las unidades pasan cada 20 o 30 minutos. Imagínese usted esperando 20 minutos en hora pico a la mitad de una fila que ya mide 30 metros, y llega un bus que ya va lleno. El chofer se las ingenia para meter unas 10 personas más, las otras 50 en la fila, esperaremos otra media hora.
Pero no se preocupe. Si bien a veces los trámites en este país tienden a ser lentos y la gente perezosa, y tiene una queja contra el servicio de estas unidades, puede llamar al teléfono 222-9084, o mejor aún, remitir su queja por escrito a la señora Sineida Muñoz o bian al señor Hugo Fernández, gerente de la empresa, al correo electrónico transcesa@ice.co.cr o bien al fax 258-1506. Su queja debe llevar su nombre completo, firma y número de cédula, para que se le de el seguimiento, y para que si no es atendida, usted la pueda presentar a la ARESEP. Luego no digan que no sabían dónde o cómo quejarse.